Los calambres en las piernas sobrevienen repentinamente, acompañados de fuerte dolor. Se calcula que aproximadamente el 40% de la población sufre calambres ocasionales, generalmente de noche. Es común también sufrirlos al practicar actividad física. En cuanto a los molestos calambres nocturnos, si bien en general no obedecen a ninguna causa orgánica, a veces pueden ser síntoma de una enfermedad.
El médico generalista y especialista en geriatría Andrés Carrillo (M.P. 26453), señala que el calambre ocurre cuando uno o más músculos de la pantorrilla se contraen de forma espontánea y dolorosa y no vuelven a relajarse. Afecta principalmente a los músculos de las pantorrillas, aunque también puede extenderse a otros. La contracción durante el calambre puede durar de segundos a minutos y suele remitir espontáneamente, sobre todo cuando son ocasionales. Los calambres más frecuentes pueden ser signo de una enfermedad subyacente, como:

• Enfermedades nerviosas: diabetes mellitus (neuropatía diabética), enfermedad de Lyme o alcoholismo.
• Enfermedades metabólicas.
• Pérdida de líquidos y electrolitos. Es la causa más frecuente, a causa de una sudoración excesiva y/o escasa ingestión de líquidos; enfermedades de larga duración acompañadas de vómitos y/o diarrea; necesidad de magnesio (sobre todo en el embarazo, práctica intensiva de actividad física o por estrés prolongado y continuo); alimentación deficiente (ayunos prolongados, dietas inadecuadas, mal uso de diuréticos o laxantes, abuso prolongado de alcohol).

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