Si existe el destino, el de Sergio Ariel Maldonado (51) se habría forjado con un poco de “casualidad” y con mucho más de convicción. Licenciado en diagnóstico por imágenes, una experiencia personal que para otros podría haber sido negativa, despertó en él una vocación impensada: dedicarse a la corregir problemas de los pies.
¿Qué te llevó a dedicarte a esto?
- Tengo dos hijas. La menor nació con un déficit en un pie (demasiado arco: el llamado pie cavo). Este problema genera una pisada inestable y a la larga trae consecuencias, por ejemplo en la columna. Con la mamá lo advertimos cuando empezó a caminar, así que decidimos consultar y dimos en la tecla con un especialista que nos hizo hacer plantillas especiales.
¿Y de ahí pasaste a hacerlas vos?
- Al ver cómo mejoraba la calidad de vida de mi hija empecé a interesarme cada vez más en estas cuestiones. Me dije: tengo el paciente a mi lado, y como en diagnóstico por imágenes uno tiene un conocimiento muy importante de anatomía, tenía buena parte del camino allanado.
¿Y qué hiciste? ¿Te pusiste a estudiar?
- Empecé a indagar sobre las características de los distintos tipos de pie y sobre el funcionamiento de las órtesis móviles (plantillas). Busqué bibliografía en Europa y en Estados Unidos. Investigué mucho. Cuando me di cuenta de que me quería dedicar a esto empecé a realizar los cursos correspondientes y tomé clases personalizadas con un importante ortopedista de Argentina. Cuando mi hija tenía nueve años me largué con todo.
- Tocaste el punto más importante en esto… Un día me dije: hay gente que -como yo- tiene un ser querido con algún problema. ¿Cómo puedo devolver a la sociedad las cosas que aprendí? Mi sentido de espiritualidad me dijo que tenía que ayudar al que lo necesita. Sé que podría cobrar mucho más, pero estoy feliz porque puedo devolver algo de lo que aprendí.
¿Cómo es una consulta?
- Desde que te veo entrar al consultorio veo cómo caminás. Después te interrogo (anamnesia) para saber qué tipo de órtesis te puedo ofrecer. Luego observo tus pies y tu pisada en el podoscopio digital, aunque considero que lo que más vale es la experiencia y no tanto la aparatología. Te lo ejemplifico: una confitería con mesas de mármol puede cobrar el café más caro, pero el café sigue siendo el mismo que en un bar con mesas de madera.
¿Sos el único que hace esto en la zona?
- De la manera personalizada con que yo me manejo sí. La diferencia es que yo hago las plantillas. En cambio, cuando las encargás y las envían a un taller, el que las hace no sabe si sos flaco o alto, si caminás mucho o poco… Ellos tienen un standard, mientras que yo coloco los distintos elementos para compensar el pie. A veces una plantilla derecha e izquierda no son iguales por milímetros.
Según tu visión, ¿todos deberíamos usar plantillas?
- Nadie es perfecto. Todos tenemos algo. El adulto seguro, y al niño hay que evaluarlo.
Entonces, ¿tu consejo sería que cuando el niño empieza a caminar se haga una consulta?
- Sí, es importante. Hasta los tres años el niño tiene laxitud ligamentaria. Sus huesos están en plena formación y es más fácil inducirlo a una mejor pisada. La órtesis en un adulto es compensatoria y en un niño es correctiva. Después de los tres años de edad vamos tener un indicio de si va a tener pie plano o pie cavo; si es o no flexible… Si corregimos el problema desde pequeño prevenimos patologías a futuro. Además, en el adulto, hay déficit muscular: los huesos empiezan a servir de soporte al cuerpo y de ahí vienen los dolores, la artrosis… Las plantillas dan mejor calidad al pie porque absorben los impactos.
¿Ya no se usa el zapato ortopédico?
- En casos muy necesarios se utilizan. Hoy, se avanzó mucho con las órtesis móviles, y eso ayudó a que los niños las usen sin problemas. Los zapatos ortopédicos son estéticamente feos, pesados y costosos. Y el chico cuando crece no los quiere usar.
- En el adulto hay que renovarlas anualmente, y en el niño a medida que crece el pie. Antiguamente se usaba un arco rígido de caucho, que si bien tenía larga vida, no permitía que el pie se ejercitara y fortaleciera. Los elementos que se utilizan hoy son blandos para permitir esa ejercitación, pero tienen una vida útil porque el peso corporal las va deteriorando.
Me contaste que como especialista en diagnóstico por imágenes viajaste prácticamente por toda Latinoamérica…
- Sí, viajé dando capacitaciones desde Punta Arenas (Chile) hasta Centro América. La verdad es que me podría haber ido del país, pero no me arrepiento de haberme quedado. Aquí, recibí una excelente educación gratuita y me da mucho placer poder devolver algo de todo lo que recibí.
Datos útiles
• Sergio Ariel Maldonado tiene 3 consultorios de órtesis: dos en la zona (Caroyita y Del Paseo) y uno en la ciudad de Córdoba.• Al momento de realizarle esta entrevista, el precio de la consulta era de $ 100 y de las plantillas $ 700.
• Las plantillas son lavables.
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