¿Cómo mantener saludable la mente? ¡Haciendo gimnasia cerebral!



Por: Adriana Felici (Periodista - directora sección En Familia)

El paso de los años es una realidad inexorable que deteriora nuestro físico y habilidades cognitivas. Pero la parte positiva es que realizando ciertas actividades nuestro cerebro se puede mantener saludable por mucho más tiempo. La Lic. y Prof. Jimena Guma, Especialista en Psicología Clínica (M.P: 7791) nos habla de la gimnasia cerebral: “Como su nombre lo indica la gimnasia cerebral –también conocida como estimulación cognitiva- es la ejercitación de ciertas actividades que ponen en funcionamiento el cerebro en sus diferentes áreas. El cerebro –explica- está compuesto por diferentes áreas y todas trabajan en simultáneo en la mayoría de las actividades. Aunque algunas pueden ser más exclusivas de algún área en particular, siempre trabajan junto a otra área”.
Guma señala que la finalidad de la gimnasia cerebral radica principalmente en la detención o enlentecimiento del deterioro cognitivo o demencia. “Generalmente éste se manifiesta a través de la pérdida de memoria, como no poder recordar el nombre de alguien conocido, no recordar donde hemos dejado algún objeto, no poder seguir una conversación o una lista de compras. El entrenamiento del cerebro puede y debe mejorar la capacidad”, remarca, y apunta: “En los últimos años la Neuropsicología ha evolucionado mucho. Las investigaciones han descubierto que al igual que cuando una persona envejece se pierde masa muscular, la función del cerebro comienza a disminuir con el paso de los años. Esto les pasa a todas las personas, incluso a los que llevan una vida normal y saludable”, aclara y a continuación nos brinda una serie de ejercicios de fácil ejecución y al alcance de todos para que realicemos todos los días y en el lugar que elijamos.
Los mismos deben ser acompañados de una dieta saludable, sueño equilibrado y ejercicio físico. “Los ejercicios pueden realizarse al aire libre o en casa, solos o acompañados, con materiales que tenemos o sólo con nuestro pensamiento… ¡no hay excusas para no empezar ahora mismo!”, invita la profesional.

Algunas propuestas
Bailar: Estimula la atención, memoria, coordinación y conciencia espacio-temporal.
• Dibujar con las dos manos al mismo tiempo. Hacia adentro, hacia afuera, hacia arriba y hacia abajo. Esta actividad estimula la escritura y la motricidad fina, y la complejidad aumenta cuando lo intentamos con nuestra mano no dominante.
Copiar dibujos: Este ejercicio trabaja las funciones ejecutivas, visoespaciales, gnosias (capacidad del cerebro para reconocer información previamente aprendida) y praxias (habilidades motoras adquiridas).
Resolver crucigramas, sopas de letras, sudokus. Beneficia las habilidades verbales, la memoria y atención. Con los sudoku además se ejercita el cálculo y el sistema práxico (conjunto de informaciones espacio-temporales, posturales, tónicas e intencionales cuyo objetivo es la ejecución del acto motor voluntario).
Armar rompecabezas: Se trabaja la atención, memoria visual y funciones ejecutivas.
Abecedario: Pronunciar en voz alta las letras del abecedario en orden y luego de modo inverso. Variante: hacerlo con números, del 1 al 10, y luego ir complejizando agregando mayor cantidad de números. Repetirlo en orden y luego de modo inverso.
Deletrear palabras: Comenzar con palabras cortas y seguir con largas. Deletrear en orden y luego a la inversa. Estas actividades pueden realizarse de modo más simple, escribiéndolas y contando con el apoyo visual. Ejercitan la atención y el vocabulario.
Nominación: Observar imágenes de revistas e ir nombrándolas a medida que aparecen. Ejercita principalmente el vocabulario. También podemos pensar en un objeto o en una imagen (paisaje o foto) y describírsela a otra persona para que intente adivinar a que nos referimos. Luego aumentar la complejidad del objeto o imagen. Por ejemplo, describir una muñeca y luego un cuadro que tenga un paisaje en particular, o un destino vacacional.
Lectura: Leer pequeños párrafos de artículos de interés y luego comentar la idea principal. Complejizar aumentando la cantidad de párrafos.
Leer el diccionario: Memorizar palabras nuevas es una actividad que amplía el vocabulario y ejercita el lenguaje.
Ver series, películas o novelas y luego escribir o relatar a otra persona el argumento. Trabaja memoria, atención, funcionamiento ejecutivo y lenguaje.
“Realizar actividades recreativas nuevas y desafiantes que impliquen un aprendizaje, es fundamental para todo tipo de ejercitación. Un factor clave a tener en cuenta: dado que por la mañana el cerebro está en su nivel máximo de actividad, éste es el mejor momento para ejercitarse”, concluye la especialista.

Agradecemos el asesoramiento de la Lic. y Prof. Jimena Guma, Espec. En Psicología Clínica

La actividad física: una “vitamina” insustituible
Cualquier tipo de actividad física beneficia al cerebro porque éste se oxigena, pero la actividad aeróbica en particular facilita la neurogénesis, es decir la formación de neuronas que sustituirán a las que mueren todos los días. Como si todo esto fuera poco, esas nuevas células nerviosas permiten establecer conexiones neuronales nuevas, lo cual permite aprender. De hecho, diversos estudios verificaron que el ejercicio aeróbico potencia la formación de células gliales, que ejercen una función de soporte para las neuronas e intervienen en el procesamiento cerebral de la información. La explicación es muy simple: la actividad física aumenta el riego sanguíneo al cerebro y este efecto se mantiene a lo largo del día.
Y aún hay más: algunos experimentos mostraron que cuando personas sedentarias comenzaban a practicar ejercicio, el flujo sanguíneo al cerebro aumentaba rápidamente y se mantenía incluso cuando reposaban. Todo dicho.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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