El Festival de Doma esperará hasta octubre para decidir que pasará con la edición 2021

Desde la organización aseguraron que no dejaron de pensar en alternativas, pero que este contexto les obliga a pensar en que la versión tradicional va a ser imposible de concretar. A menos que medie una vacuna o un tratamiento para el coronavirus.

La edición 2020 del Festival Nacional de Doma y Folklore fue la más exitosa de toda su historia: estuvo a nada de cortar 200 mil entradas, las utilidades superaron holgadamente a las del año anterior (ganándole, incluso, a la inflación interanual de casi 50%) y las escuelas recibirán una cifra interesante que no deberán invertir en lo inmediato porque las clases están suspendidas.
En el medio, lo que va sabemos. Que ninguna escuela socia pudo normalizar su situación de asamblea, que el propio festival no pudo hacerlo tampoco, que no hubo celebración el 16 de mayo, y que lo poco que se puede hacer lleva el sello de la virtualidad.
Sin embargo, esta semana la fiesta gaucha cumplió con el cometido de difundir el resultado económico de la edición de este año y de señalar cuánto recibirá cada escuela por el 50% que se distribuirá del total de las ganancias.
Sobre un total de utilidades de $ 18,6 millones, el Festival acordó con las escuelas distribuir $ 9,3 millones, de modo que la que menos recibió obtuvo un cheque por $ 237 mil y la que más por $ 787 mil.
Más allá de la algarabía por la cifra y por el récord, el Festival se plantó sobrio frente a la posibilidad concreta de que la edición 2021 tenga que suspenderse.
En el parte de prensa, lo plantearon con discreción al apuntar: “No avanzaremos más allá de las decisiones y protocolos que el Gobierno de la Provincia de Córdoba estipule para cada fase de la pandemia”.
Y en diálogo con diferentes medios de comunicación, el presidente Nicolás Tottis fue más allá al retomar las palabras que en su momento expresó el gobernador Juan Schiaretti: “Sin vacuna ni tratamiento, no habrá reunión social alguna”.
“Por ser un encuentro de referencia para los argentinos, el Festival de Doma y Folklore de Jesús María tiene la responsabilidad de cuidar aquello que consideramos nuestro bien más preciado: la salud. En estas circunstancias que nos toca vivir a nivel mundial, no abandonaremos el principio de resguardar el bienestar de nuestra comunidad”, señalaron en el comunicado.
En este contexto, impensado
Las jineteadas están suspendidas en todo el país lo que ya implica que no se puedan hacer las clasificaciones de cada provincia. El deporte en sí implica una cercanía física entre tropilleros, palenqueros, apadrinadores, jinetes, jurados, médicos.
Cuesta pensar, por otra parte, cómo podría haber distanciamiento en una jornada de 20 mil espectadores o más o cómo controlar que esas 20 mil almas tengan colocado su barbijo.
En el rubro publicitario, pocas empresas quedaron a salvo de la crítica situación económica lo que plantea otro interrogante: ¿A quién podrá interesarle un auspicio en un contexto de retracción y de cuidado de los recursos?
Y cómo avanzar con los artistas también se convierte en una duda por las restricciones en la circulación por cualquier vía.
A la espera del milagro, el Festival anunció que esperará has-ta octubre antes de tomar una determinación respecto de la 56ª edición festivalera, aunque el pronóstico hoy no sea bueno.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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