Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
Docente, profesora y licenciada en Letras, investigadora son algunos de los títulos con lo que se puede resumir la carrera de esta vecina jesusmariense. Tras 18 años de docencia y luego de formar parte desde hace un tiempo de un equipo de investigación en la Universidad Nacional de Córdoba, presentó su libro que resume parte de la tesis con la que obtuvo la maestría.
Si bien ya lleva publicados otras investigaciones, éste es el primer título que produjo en soledad desde el costado académico. En esa área queda otro desafío, lograr el máximo nivel en la educación superior: el doctorado. El reto está cerca de concretarse ya que se encuentra culminado y en etapa de evaluación.
En su libro, se destacan tres textos de diversos orígenes: el mito clásico de Orfeo, el de Antígonas y la novela del escritor uruguayo Mario Delgado Aparaín llamada “La balada de Johny Sosa”. A simple vista parecieran ser relatos que nada tienen en común pero, a través del análisis, Virginia logró establecer lazos que superan el tiempo y el espacio.
¿Qué vínculos tiene un personaje de la mitología griega quien utiliza el canto como arma para obtener todo lo que se propone, un cantante negro de blues en un cabaret que es obligado por el ejército a cantarle al coronel y una joven que se suicida por no poder concluir el duelo tras la muerte de su hermano?
En “El mito vivo en Latinoamérica posmoderna. Los cuerpos siguen hablando”, se presentan varias alternativas para responder ese interrogante. “La idea es conocer cómo dos mitos antiguos perviven en la actualidad, cómo se reactualizan y se reescribe inconscientemente un mandato cultural en el cual es imperativo encontrar a los cuerpos para cerrar un duelo personal, familiar pero también es social”.
Mucho que decir
“Siempre me gustó escribir, el lado académico de la escritura me convoca siempre como una palabra crítica, que busca trabajar la literatura comparada en la que se exploran diferentes culturas, producciones literarias y se entabla un puente que las vincule, no necesariamente con similitudes también puede ser a partir de diferencias”, resumió.

El próximo desafío es publicar un libro de ficción para dar rienda suelta a su imaginación. Está pendiente en el tintero una recopilación de poemas que pronto podrían ser la luz. Por ahora, son los mitos los que atraen la atención de la docente ya que, según sus palabras, tienen una mezcla de historia y ficción que deja numerosas reflexiones a quienes los leen.
Cuerpos ausentes
Virginia plantea en sus escritos una analogía por demás interesante fruto del estudio de los textos antes mencionados. Es una característica que se repite en sucesos a lo largo del tiempo y que ella denominó “los cuerpos ausentes”.
“En Argentina el cuerpo ausente se transforma en un símbolo recurrente, cíclico, mítico en muchos hechos históricos que nos van signando como sociedad. Desde los desaparecidos en dictadura, los nietos apropiados y todavía buscados, los desaparecidos en democracia como Julio López o los soldados de Malvinas. Otros cuerpos ausentes son las chicas que desaparecen por la trata de personas tal es el caso de Marita Verón y su mamá Susana Trimarco que como Antígona posmoderna va peregrinando por los pueblos en busca del cuerpo ausente de su hija. El otro caso más reciente de 2017 fue el caso de Santiago Maldonado. De alguna manera hay una zozobra en el pueblo argentino cada vez que un cuerpo desaparece como el último hecho, el submarino ARA San Juan y los 44 marineros”, explicó.
Esta figura se levanta como una de las variadas complejidades de la cultura argentina así como también lo son los binarismos, el constante enfrentamiento de ideas opuestas. Ese será parte de la nueva tesis de Virginia para comprender cómo se relacionan esos famosos polos opuestos que muchas veces se parecen más de lo creen.
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