Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
El pasado 8 de agosto, el Concejo Deliberante de la ciudad aprobó una norma que busca dar protagonismo a emprendimientos caroyenses. La propuesta tomó como marco legal la Ley Nacional de Marcas Colectivas que, en su artículo uno, “establece a las marcas colectivas como todo signo que distingue productos y/o servicios elaborados o prestados por las formas asociativas destinadas al desarrollo de la economía social”.

También se sumaron, recientemente, productos de panificación como las galletas de novia, y productos de la gastronomía típica (fricco, rognosa y algunas pastas). Aquellos que se adhieran a la nueva normativa recibirán una reducción del 50% de la tasa comercial en forma anual.
Martín Piazzoni y Mariela Puerta, integrantes de la Agencia de Desarrollo Productivo, resumieron cómo surgió la idea. Según ellos, la iniciativa estuvo presente apenas asumieron, pero recién este año pudo tomar forma. Ahora, tendrán 180 días para reglamentar la ordenanza por lo que el trabajo arduo recién comenzó.
Made in Colonia Caroya
“La idea de trabajar con turismo es que vayamos con un gran stand de Colonia Caroya con toda las producciones y no, como ya nos ha pasado, los del salame por allá, los del vino por acá, y algunos de conservas o polentas por otro lado. Sino hacer algo más fuerte, más importante y vender la ciudad junto a los productores”, remarcó Piazzoni.

Agustín D’olivo, productor de polenta blanca, se mostró entusiasta a la hora de ser consultado. Sostuvo que “en la ciudad de Córdoba, en Buenos Aires y otras provincias vecinas cuando se dice que el producto es de Colonia Caroya se lo asocia con buena calidad, saben que, además del salame, hay conservas, dulces, vinos…son productos que el nombre Colonia Caroya ayuda mucho a difundir lo que uno hace”.
En cuanto a la Marca Colectiva destacó: “Si nos ponemos a pensar, a todos los que producimos en Colonia Caroya cualquier tipo de producto nos conviene porque es una forma de fortalecernos nosotros como región. Nos falta un poco eso, juntarnos todos y pechar todos para el mismo lado porque es mejor para Colonia Caroya. De a poco se va a ir logrando lo que se está proponiendo y que nos va a beneficiar a todos”.
Experiencia previa
En 2013, la Comisión Nacional Asesora de Indicaciones Geográficas aprobó el proyecto de Indicación Geográfica (IG), para identificar los salames caroyenses con su ciudad de procedencia. Ese paso significó un gran avance para la gastronomía local ya que se convirtió en el primer alimento en lograr esta distinción.

Actualmente, hay unos 25 emprendimientos que elaboran salames artesanales, incluyendo carnicerías y solo tres están certificados con IG. “Hay un inciso en la nueva ordenanza que dice que todo tiene que apuntar al cooperativismo y asociativismo que son piezas fundamentales para que prosperen estas cosas”, concluyó Piazzoni.
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