Personal técnico de la dirección de Patrimonio Cultural de la Provincia, especialistas en patrimonio arqueológico de Argentina, otros países del continente americano y Japón, se reunieron allí para estudiar e interpretar civilizaciones del pasado, cuyos testimonios requieren la atención de los investigadores.
En estas reuniones, se presentaron proyectos de investigación locales. También, se fortalecieron los vínculos para crear una red internacional de gestores de áreas y parques protegidos.
“El Cerro Colorado es una de las localidades arqueológicas más importantes del país y la elección del lugar como sede jerarquiza a la localidad como un referente en el mundo académico”, valoró el arqueólogo, Luis Tissera, miembro del personal de la Agencia Córdoba Cultura que se desempeña en el Museo Arqueológico del lugar.
Una región cultural

“Es la primera vez en la historia local en que los especialistas de la disciplina arqueológica se reúnen aquí para discutir e intercambiar los resultados de sus proyectos”, valoró Tissera.
Los guías de la Provincia y privados ligados al patrimonio cultural también fueron invitados a las ponencias directamente relacionadas con el área del Cerro Colorado. Luego, los investigadores pudieron visitar el Museo Arqueológico y distintos sitios con pinturas rupestres ubicados en la Reserva Cultural Natural.
El encuentro contó con el auspicio de la Agencia Córdoba Cultura, la Comisión Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), las universidades nacionales con sede en Córdoba y en Catamarca, y los anfitriones del Museo Arqueológico y la Comuna de Cerro Colorado. Los doctores en arqueología, Sebastián Pastor y Andrea Recalde, investigadores del Conicet, y el Lic. Luis Tissera, técnico de la Agencia Córdoba Cultura, llevaron adelante la organización del taller.
Un centro de estudio

Una de las geografías más subyugantes de las sierras del norte recibió a los futuros gestores de sitios de gran valor patrimonial, tales como las ciudades arqueológicas de Machu Pichu, Tikal y Chichén Itzá, en Perú, Guatemala y México, respectivamente.
“El interés de los visitantes, que fueron seleccionados por sus antecedentes, se enfocó en la gestión de los bienes culturales y naturales y hubo un fructífero intercambio de problemáticas y miradas desde diversos sitios y áreas patrimoniales del continente americano”, añadió Tissera.
Tres líneas de trabajo

También, se adelantó un proyecto dedicado a estudiar el deterioro de las pinturas rupestres a raíz de distintos factores naturales, como líquenes, el oxalatos de Calcio y otros. Estos procesos naturales afectan algunos sitios con grafismos hechos en la piedra, por lo que se están realizando gestiones de asesoramiento con geoarqueólogos de España.
Senderos que se abren
En efecto, uno de los mayores atractivos para los huéspedes de los otros países fue la visita a los aleros con pinturas rupestres. A propósito, se está trabajando en la incorporación de nuevos recorridos para disminuir la carga sobre los aleros que actualmente están habilitados para la visita del público en general acompañados por los guías.
Los visitantes también se interiorizaron en las actividades de extensión del Museo Arqueológico y su relación con la comunidad.
Concluida la visita, se esbozó la intención de avanzar en el futuro hacia la concreción de una red continental de gestores de áreas y parques culturales.
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